martes, 25 de agosto de 2009

El Futuro y mis Pies

Llevo tus recuerdos debajo de una de mis suelas de estos zapatos que no lavo hace más de un siglo. He caminado por las calles de un sitio lejano sin saber nombre de pueblo, ciudad, país, continente. He conquistado mi propio humor para sobrevivir a todas las enfermedades del alma. Tengo la certeza de que en algún sitio estás pero todas mis brújulas están descalibradas y las pastillas para dormir se me terminaron, así que no queda otra opción que seguir yendo en rumbo incierto sin saber si llegaré a lo incierto algún día. Solo freno a mirar unas viejas fotografías en las que ni siquiera me reconozco. Retratos manchados de humedad y olvido. Rostros que parecen ser yo pero que me hablan en otros rostros y otros idiomas. He buscado bien al medio detrás de mis tetillas si puedo encontrar vestigios de algún atardecer a tu lado. He revisado en cajones imaginarios papeles escritos en sangre, semen, tinta china, los poemas que no se llaman poemas y que están allí volando en cenizas por el aire…Llevo un manojo de abrazos atados por si se termina el mundo mostrar en otras galaxias, en otras dimensiones como nos dimos afectos,como nos abrasamos entre los humanos y entre vos y yo. Quiero recordar en colores y solo me viene un aroma a rancio del final de los tiempos. Me queda una sensación de querer amarnos a través de pantallas, de buscarnos por mensajes abreviados en aparatos manuales, tengo la leve sensación de que alguna vez toqué tu cuerpo pero no lo sé:
Hoy el desierto esta mas inhabitable que nunca, igual mis pies no paran de caminar buscando llegar a sitio tranquilo para descansar mis huesos. Llevo un sombrero donde recojo agua en las lluvias , bebo me enjuago mis ojos y sigo hacia ningún lugar. He descubierto detrás de una puerta enterrada en la arena, un pañuelo de seda, lo he tomado en mis manos y el viento lo ha comenzado a mover. Al verlo moverse recuerdo como bailamos alguna vez con la luz tenue a la luz de la estufa a leña de mi casa en Carmelo. Y veo bailar al pañuelo y me vuelve la memoria de que teníamos música, sonidos, instrumentos. He querido recordar más pero no puedo entrar en mi memoria en este continuo escape que voy llevando en mis pies, este viaje absurdo y sin sentido.
Así que para poder pensar freno, miro hacia el suelo y veo mis zapatos y en mi mente se dibuja tu rostro. Voy a quedarme aquí, el calor ya es insoportable. Pero con tu imagen en mi memoria ya puedo morir en paz….

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