Un grano en el culo de la sociedad

Me salió un grano en el muro. Un mosquito sabe más que un intelectual, por lo menos escribe con sangre. Y el trayecto que hace la luna en ésta noche no puede ser descrita. Se acabaron las palabras en lo inusual. en lo que olvidamos de escribir, en lo que el silencio calló de nuestras bocas. en la plegaria sin sentido en el mundo de los colgados de la red. En el fin del espacio publicitario sin fines de lucro. En la mano que no sabe escribir, en los ojos sordos que se esconden, en la patria apátrida que lo parió, entre contenedores de basura y Teletón, entre las masas del pueblo y las masas de confitería, entre el sueño de los locos, y los Locos Adams. Una foto en un muro donde me salió un grano. Un gramo, un miligramo de estupidéz tratando de salir a flote entre las derechas y las izquierdas, comprando discusiones en outlets, chequeando los navegadores satelitales de los miserables, como la bala que dobló la esquina y por quien doblan las campanas. Buscando respuestas en el monitor. Un monitor: un monito de nuestros tiempos, una mascota más cara que una máscara pero con el mismo ropaje. Abundando la realidad del que haga más felíz a la red social. Diciendo al mismo tiempo que estan pensando, pesando los pesares de una raza de monos que chatean, hablando y tirando meos arameos hacia la pantalla, como los que cambian de celular y de calzones al mismo tiempo, los que compran la bondad del existir en el globo terraqueo, y les venden condones a los curas, y os curas no curan, ni hacen terapia, ni Vencedores ni terapeutas sabrán que decir en la mezcla del tercer milenio. nadie hablará, nadie explicará que nos sucedió, solo habrá un silencio solo para el silencio y el ser humano no sabrá que hacer con la ausencia del sonido. Tratará de talarlo como a un árbol. Intentará atraparlo en un viejo frasco de mayonesa como a una abeja, como a una araña, y el silencio solo pronunciará su nombre, y el hombre terminará por hacerse tierra agua fuego y aire.