Ojalá la mañana te encuentre en bolas de boliche abierto con
tragos de séptimo regimiento de mongólicos protestando por la ecología del culo
de mono que no me entregaste y que se parece a un tren descarrilado hasta los
huevos de pascua de tus padres que piensan que los humanos somos kioskitos a
su merced de Mercedes que tampoco le comí el ojete del mundo de sus tremebundas
distracciones entres las manecillas de un reloj destartalado de ideas y poemas
muertos en el casting de tu idiotez que se bambolea en los remates y los locos
de remate comprando absentas y otras cheterías llenas de chatarras imposibles
de reciclar en tu vida de plástico.